El Gobierno ha dado un paso más.
Una vez se haga efectiva la abdicación del Rey y se formalice la proclamación
del príncipe Felipe, previsiblemente el próximo 18 de junio, el Ejecutivo
procederá a regular de forma urgente, a través de un real decreto, el
tratamiento a don Juan Carlos y su posición dentro de la familia real. No
obstante, el Ejecutivo aún no ha tomado una decisión sobre los cauces para la
regulación del aforamiento cuando el Rey pierda su condición de inviolabilidad.
"Las
circunstancias que afectan directamente al estatus del Rey una vez que cese de
la jefatura del Estado serán reguladas en su momento por un real decreto", ha avanzado el ministro de Justicia, Alberto
Ruiz-Gallardón al ser preguntado en los pasillos del Senado por la situación
legal en la que quedará don Juan Carlos cuando deje de ser Rey. Tras la
aprobación por el Consejo de Ministros, en su reunión extraordinaria de esta
mañana, de un proyecto de ley orgánica para regular la abdicación, Gallardón
considera que "ningún otro aspecto legal está vinculado ni motivado por
esta decisión y por lo tanto ningún otro aspecto será regulado", al menos
de momento. El real decreto al que se ha referido el titular de Justicia
entrará en vigor después de la proclamación de Felipe VI, y el Gobierno tendrá
en cuenta, previsiblemente, modelos legales motivados por recientes
abdicaciones en otras monarquías europeas.
El
Ejecutivo ha dado en cualquier caso un paso más en la previsión de la
regulación de los derechos con los que contará don Juan Carlos cuando deje de
ser Monarca y su relación y posición en la familia real. La abdicación deja al
Rey en una situación jurídica que tampoco está fijada y que el Gobierno aún no
ha decidido como regular en relación con el apartado del aforamiento.
¿Cuáles
son los cauces por los que podría mantenerse el aforamiento? El Gobierno, por
ejemplo, podría promover una ley al respecto. También cabe la posibilidad de que lo
haga el Congreso de los Diputados a través de una proposición de ley del Grupo
Parlamentario Popular, o podría introducirse el aspecto del aforamiento en una
ley que se esté tramitando, como la Ley Orgánica del Poder Judicial, aunque
esta norma aún no ha llegado a la Cámara baja y podría entrar en vigor en 2015.
Esa es la ley en la que se incluyó el aforamiento de los príncipes de Asturias
y de la Reina Sofía.
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