LOS CARNAVALES
Un carnaval es una celebración pública que tiene lugar inmediatamente antes de la cuaresma cristiana, con fecha variable (desde finales de enero hasta principios de marzo según el año dependiendo de la primera luna llena de la primavera y que hemos heredado de los antiguos calendarios talmúdicos ) que combina algunos elementos como disfraces, desfiles, y fiestas en la calle. Por extensión se llaman así algunas fiestas similares en cualquier época del año. A pesar de las grandes diferencias que su celebración presenta en el mundo, su característica común es la de ser un período de permisividad y cierto descontrol.
El origen de su celebración parece probable de las fiestas paganas, como las que se realizaban en honor a Baco, el dios del vino, las saturnales y las lupercales romanas, o las que se realizaban en honor del buey Apis en Egipto. Según algunos historiadores, los orígenes de esta festividad se remontan a las antiguas Sumeria y Egipto, hace más de 5.000 años, con celebraciones muy parecidas en la época del Imperio Romano, desde donde se expandió la costumbre por Europa, siendo llevado a América por los navegantes españoles y portugueses a partir del siglo XVI.
En cuanto al origen de la palabra, los autores coinciden en señalar la voz italiana carnevale, que proviene del antiguo carne levare ‘quitar la carne’ porque después del Carnaval los católicos inician el período de Cuaresma, cuarenta días durante los cuales no se come carne. Confirma este origen el sinónimo español carnestolendas , del latín tollere ‘abandonar’. Actualmente, ha quedado descartada la seudoetimología fundada en el otro sentido de la palabra levare ‘confortar’, ‘consolar’, por la cual se había afirmado durante mucho tiempo que carnevale o carne levare significaba ‘confortar al cuerpo para prepararlo para la austeridad de la Cuaresma’..
Si buscamos los orígenes del disfraz o las máscaras, pensemos en aquellas épocas donde la permisividad a hacer practicamente lo que quisiéramos estaba prohibido y solo en estas fechas se liberaba de estas trabas , así al ocultar nuestro rostro y nuestra figura, nadie nos podría identificar, si como se daba el caso íbamos acompañados de alguna dama , ebrios o con actitudes "poco elegantes" etc., nuestra identidad quedaba en el más absoluto anonimato.
A través de la historia, han sido muchas las ocasiones donde las autoridades prohibieron tales festejos, Unas, las más, por cuestiones de orden público, debido a los diferentes delitos que se cometían, de los cuales y amparados por el anonimato, era practicamente imposible identificar a los culpables. La segunda causa de suspensión, era por razones políticas. En España, sin ir más lejos, los carnavales fueron prohibidos en mas de una ocasión, o bien se toleraban siempre y cuando se mantuviera el rostro sin cubrir y las letrillas que se cantaban, entre calles y plazas, no insultaran, escandalizaran, o fuesen dirigidas al gobierno al clero.
Las ciudades con más tradición en la celebración de estas fiestas en España son Cádiz y Tenerife, siendo ambas muy diferentes entre si; fuera de nuestra fronteras destacan Rió de Janeiro y Venecia.
La antiquísima ciudad de Cádiz pone en pié esta celebración con una serie de encuentros gastronómicos ( erizada, , pestiñada...) que van preparando la expectación de los visitantes,la de los participantes ya sean en coros, comparsas.. están más que dispuestos puesto que estamos ante una fiesta que se empieza a gestar cada año en el mes de septiembre y constituye sin lugar a dudas un fenómenos social sin parangón donde se mezclan las personas de procedencias dispares y allí no hay distinción alguna. Estas agrupaciones carnavalescas van a utilizar este periodo de permisivilidad para componer las letras más directas con el fin de criticar cuanto ha pasado en el año( carnavalescamente hablando) y no dejar " pasar ni una" a las autoridades locales, también cantarán a las singularidades de su ciudad lo que hace que en algunos momentos estas letrillas sean indiferentes o no comprensibles a los visitantes; no obstante la visión y puesta en escena que la ciudad de Cádiz hace en El gran teatro Falla o la visión más concreta de alguno de estos grupos actuando en el Barrio de la Viña son inigualables.
En cuanto a Ronda, este festejo tiene una particularidad y es que se celebra dentro de la cuaresma. El motivo es el de tener los días libres de compromisos para poder disfrutar del carnaval gaditano. En nuestra ciudad, como en otras, el carnaval ha sufrido durante su historia periodos de luces y sombras . En estos momentos se puede apreciar un resurgimiento cada vez más notorio, sobre todo a nivel juvenil.
Entre las actividades mas relevantes está la celebración de un concurso que se realiza en el Teatro Espinel. A este acuden vecinos y concursantes de gran parte de Andalucía., actuando alguno de los finalistas del Gran Teatro Falla como cierre de la velada. También citaremos las migas que se ofrecen gratuitamente a todos los que se acerquen a la plaza de los Descalzos´. Esto, junto a la cabalgata y el entierro de la sardina nos hacen un resumen de como celebramos los rondeños esta fiesta.
Como anécdota relataremos, que el día 26 de Febrero de 1.884, se celebró en Madrid, en el palacete de los Fernán Núñez sito en la calle Sta. Isabel, una de las más multitudinarias fiestas de disfraces que la nobleza española realizara en muchos años. Fueron más de 1.000 los invitados a tal evento. Para confeccionar los trajes, los nobles y los modistos, se dirigieron al museo del Prado y a la Biblioteca Nacional para documentarse. Muchos de estos trajes y vestidos fueron confeccionados en Francia. Se dice que las señoras llevaban tantas joyas, que hubieron de ser escoltadas por guardias por miedo a que se las robaran. El único que se presentó a la fastuosa fiesta sin disfraz, fue el monarca Don Alfonso XII, quien, como era de suponer, se presentó vestido de rey.
Nos centramos en la ciudad de Ronda ( La soñada)
imagen del teatro espinel año 1956, antes de su demilicion en 1970
carteles del carnaval de ronda
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